El Niño 82 - 83


El fenómeno El Niño es un calentamiento de la superficie de las aguas del Pacifico que afectan directamente el Sureste Asiático, Australia y Sudamérica. Este se caracteriza por el ingreso de una masa superficial de aguas cálidas en el mar, desde el norte en el caso del Perú, y que genera un aumento de la temperatura del mar, afectando la pesca, además de intensas lluvias y también sequias.

Transcurría el segundo gobierno del arquitecto Fernando Belaúnde Terry cuando se presentaron fuertes lluvias e inundaciones en el sur del Ecuador. En los últimos meses de 1982 las lluvias se extendieron a la costa norperuana, especialmente a los departamentos de Tumbes y Piura, y al avanzar el año 1983 se produjeron con gran fuerza en otros lugares del territorio nacional. Las lluvias en la costa norperuana no cesaron hasta seis o siete meses después. Se supo entonces que durante el año hidrológico 1982-83 se había producido una severa modificación generalizada del clima en gran parte del Océano Pacífico, que abarcó principalmente desde Australia hasta América del Sur, y que causó considerables daños en el Perú y en otras partes del mundo. Se trataba, como se supo después, del Meganiño 1982-83 (FEN 83), uno de los de mayor magnitud e intensidad de que se tiene noticia, que abarcó varios continentes, causó enormes daños y que ha sido llamado “La madre de todos los Niños”. Una de las características del FEN 83 fue la gran extensión del planeta que se vio afectada por sus efectos, los que se sintieron en América, Oceanía, Asia, África y parte de Europa. Fue uno de los diez grandes eventos lluviosos ocurridos en los últimos cinco siglos y el segundo de los tres que hubo en el siglo XX en la costa norte peruana.

La modificación del clima antes mencionada tuvo diversas manifestaciones. En el Perú hubo una tropicalización del clima de la costa norte, caracterizada por un notable incremento de la temperatura del mar y del ambiente, fuertes lluvias a lo largo de varios meses y grandes descargas de los ríos. En el altiplano hubo coincidentemente, aunque no necesariamente ligada causalmente al FEN, una severa sequía, lo que significó para el país una gran acumulación de daños.

Los primeros años de la década de los ochenta fueron bastante difíciles para América Latina. Es en ese contexto general de crisis económica que se produce el Meganiño 1982-83. Se tiene un panorama general de los daños ocurridos en el Perú en el Mensaje al Congreso Nacional del 28 de julio de 1983 del presidente Belaúnde, quien manifestó lo siguiente: “Desde octubre de 1982, el país se vio afectado por el mayor desastre natural en el presente siglo, originado en importantes cambios de las condiciones meteorológicas y de la temperatura marina”.